miércoles, 28 de mayo de 2008

Ruinas

Volveré a mis ruinas a recoger las flores que conserven algo de color. Con paciencia, una a una, agachando la cabeza sin temor a los dioses, haré un pequeño ramo. Ofelia pasará como un leño flotando sobre el río, pero yo no estaré cerca del río, sino lejano de todo funeral. Mis flores serán las manos del aliento, el olor de la esperanza. Penetrará en ellas la luz, que beberá de sus pétalos hasta saciarse. Volveré despacio, paso a paso, hasta encontrar las piedras que antaño fueron casa, hogar y lumbre. Caminaré desnudo, de noche en noche para no ser hallado y preso y beberé del río, como un animal salvaje. Volveré a rebuscar en la ceniza que dejó el incendio del ayer y miraré debajo de las piedras en busca de la foto de aquel niño que sentado en el sillón aquel tocaba la guitarra.

No hay comentarios: