miércoles, 5 de marzo de 2008
Faro de Cabo Mayor
Sacar punta a la mirada y apresar la imagen en una jaula diferente. Ese debería ser el centro de la diana. Y jugar cada día con un nuevo dardo. Verse, del mismo modo, con ojos diferentes cada día y escapar de la cárcel del hábito y al juicio tendencioso del espejo darle esquinazo. Afilar el horizonte, cual si fuera con lupa escudriñado. Y dejarse asombrar y vestirse de asombro y un sombrero de paja estival que te libre del sol en la mollera y del calor que impide abrir los ojos cada día como si fueran nuevos, recién sacados punta, asombrados de asombro y realidad.
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